viernes, 10 de agosto de 2007

No se puede vivir así!!!!

Han pasado tres días desde que mi abuela ingresó en el Hospital Oncológico del Seguro Social, la primera impresión que tuve de ese sitio ha cambiado muchísimo. El día, más bien la noche, que ella ingresó había tan solo una paciente en la habitación que pasó a ocupar. Y es que recién volvíamos de la vacación agostina y los pacientes se habían ido a sus casas, pero un día después, había siete pacientes más, en total nueve, sólo en esa habitación y el aire que ahi se respiraba me comenzó a saber distinto. Ya las enfermeras no me parecen tan humanas, tampoco el sitio tan limpio. Se ve que se preocupan porque siga estando limpio, y algunas jovenes enfermeras siguen tratando de sonreir y atender con cariño a los enfermitos pero OH Dios!!! es tan difícil, ahi todo el mundo está sufriendo, nadie vive, todos simplemente sobreviven. Adentro, en la habitación que está mi abuela, la joven a su lado se la pasó hoy vomitando tanto que lloraba de dolor y de pena, y también lloraban sus hermanas, me imaginé lo duro que debía ser todo eso. Al fondo la nia Candy, ahora vocera de lo que le pasa a mi abuelita, tenía el rostro desencajado, lucía angustiada mirando a su vecina, hace dos días recibió su primera quimio, y ayer me había explicado que sentía temor de los famosos efectos, hoy al ver a su vecina tan mal, observar como la vida se le iba en ese contínuo vómito debe haber sentido mucha más angustia. Frente a ellas murió una señora que sólo vi por dos días pero que se veía que también estaba sufriendo mucho, la sacaron en una bolsa negra y eso me provocó terror!!!. Mi abuela ha comenzado ya con los efectos de la quimioterapia, hoy lucia débil, parecía ida, desorientada, se puso agresiva y la glucosa le subió a más de 500, yo no la ví bien y estoy muy preocupada.

Afuera en las bancas donde está la visita, los parientes que llegan a ver a sus mamás, papás, hijos o hermanos, lucen quizá tan tristes que a uno lo invade el silencio. Es como si nadie tuviera nada que decir, casi nunca ves sonrisas, al contrario, siempre hay gente abrazándose y llorando, hasta los hombres tienen los ojos hechos agua. Hay un silencio que mata, sólo lo rompe Ricardo el vigilante, cuando permite que vayan pasando de dos en dos a las habitaciones a ver a sus seres queridos. Me duele tanto visitar el oncológico, entrar a esas habitaciones limpias pero frías y cargadas de tanto dolor. Todo es tan duro. Hoy es un día muy triste!!!!

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