domingo, 29 de marzo de 2009

El cuerpo no se equivoca

De repente me llegó la claridad, en cuanto a mis años, en cuanto a que el tiempo no perdona y bueno...que los años golpean por fin, un día en el cuerpo. Yo ya no puedo comer ácidos sin que después me duela el estómago, antes....mucho tiempo atrás, me atiborraba de chocolate y no pasaba nada, hoy me da una colitis espantosa...estos son solo dos de los múltiples signos que he comenzado a sentir, en ...digamos...los últimos dos años, ahora, a mis treinta y tantos años...y ya son tantos!!! ya no tengo la prisa de antes en mis pies, me canso solo al subir las gradas, ya no necesito descubrirme las canas, buscándolas insistente entre mi cabello siempre tan negro, ahora están ahí, a la vista y lo que necesito es, en cambio, cubrirlas., ya tengo un par de arrugas, justo a cada lado de mis labios, que me hacen ver, casi, casi como una abuelita, ahora, casi a cualquier parte donde voy me llaman "señora", y bueno, ya mi cuerpo no responde igual que antes, me cuesta más concentrarme, generar ideas con rapidez, comer cualquier cosa, bajar de peso!!! antes presumía mi cintura, ahora, por más que cambio la dieta, no bajo de peso y casi, casi he perdido la cintura y la figura..., mis piernas están celuliticas, tengo un par de quistes, bueno, varios pares, en los senos y bueno...bastantes otros achaques, me dan unas gripes terribles, que me duran semanas y que ya no curo con miel y limón...en pocas palabras, me han entrado de repente los años. Sí, yo soy de ese tipo de personas que por muchos años aparentó menos edad, pero hoy, desde hace un año más a o menos, he comenzado a verme y a sentirme vieja, me arreglo más- será la crisis de mediana edad, me digo a mi misma, pero no es cierto, es que el tiempo, inminente, inexorable, ha comenzado a minar en mi cuerpo, a habitarlo, y ha cobrarse la factura,... y yo lucho a diario como una tonta, por detener ese proceso de envejecimiento que a dario me golpea al mirarme al espejo....mi cutis por ejemplo, antes tan lozano, ahora luce pálido y descolorido, me miro y no me gusta, quiero migrar de este cuerpo ya sin cintura, ya cansado, hajado, pero no puedo, es mío....y ya ha comenzado a pesarme, mi salud no está bien, tampoco mi ánimo y sé...que ya no luzco ni siquiera un día menos de la edad que tengo....el cuerpo no miente, no se equivoca, llega un momento en que sin importar lo que hagamos, nos mostrará tal cual, así como somos, con todas nuestras carnes caídas y nuestra mirada débil, nuestra mente lenta y nuestras ganas...vacías!!!