jueves, 3 de junio de 2010

Mi padre, parte I

Ayer, mientras conducía a casa, a eso de las cinco y treinta de la tarde, miré por la ventana, como suelo hacer a menudo, sin buscar nada, y buscando todo. Y entonces vi a un anciano que llevaba de la mano a una criatura que no debía de tener más de cinco años, la tomaba con fuerza de la mano y caminaban en medio de la acera, ella, mochila al hombro, iba dándo brinquitos y mirando con atención a quien sin duda debía ser su abuelo, el le explicaba quién sabe qué y sonreía, quizá, pensé, ella le pregunta tonterías y él, la aconseja con la más absoluta sabiduría y entonces...de repente me asaltó de nuevo la misma sensación , esa que me llega de repente, sin planearlo, y pensé que yo nunca había tenido un hombre que me llevara de la mano, ni un hermano, ni un padre ni mucho menos un abuelo...esa figura había estado ausente y está ausente siempre....no existe, nunca ha existido...no la tengo, ni nunca la tuve...dicen que si nunca se ha tenido algo no se le puede extrañar , yo no lo sé de cierto...en realidad yo tuve un papá, lo tuve hasta los 12 o 13 años, y luego ocasionalmente lo vi hasta cumplir los 15, después ya no. Y no sé que clase de padre fue, más bien sí lo sé, podría escribir páginas y páginas al respecto, decir qué clase de padre no fue...porque no fue un padre, era una figura de miedo en mi vida....Hay algo que yo recuerdo con claridad cuando era niña, y es que le temía...su presencia me hacía temblar, y su ausencia me llenaba de alivio y de alegría...es extraño, pero cuando él dejó de habitar en mi vida, dejó de presentarse en mis días, como esa figura que tanto temía y que creo que tampoco quería, yo comencé a sentir un poco de paz, y estoy segura que a mis hermanas, incluso a mi madre, debe haberle sucedido lo mismo. Yo no sé por qué estoy recordándole ahora...no sé por qué áquel anciando y su nieta, caminando a mitad de una calle me hicieron pensar en la ausencia de una figura paterna en mi vida...el otro día, mientras esperaba en un establecimiento a que me arreglaran los lentes, vi a una niñita de unos siete año subirse a las piernas de quien sin duda era su padre, él la besaba y la abraza y yo llegué a sentir repulsión y a pensar qué él era una suerte de maníaco sexual, mi madre, que estaba conmigo adviritó que yo les miraba y me observó curiosa..."mi papá nunca me abrazó así ni me dio nunca un beso" le dije y ella asintió, quizá por eso, añadí me parece tan extraño ese amor entre padre e hija...pero sé que existe, lo vi en esa niña y su padre de apariencia tan tosca, lo vi ayer en ese abuelo de cabello blanco hablándole a su nieta....no sé, es extraño que esté escribiendo esto y pensando en esto, recordándole a él, gastando mi memoria en alguien que no vale la pena, quizá no sea él, quizá sea su ausencia eterna, la ausencia de un padre real, amoroso, protector..quizá sea que se avecina esa estúpida celebración de un día dedicado a ellos, no lo sé de cierto...pero ...que falta puede hacer un papá, cuando se tiene una madre como la mía............bueno, hace falta un poquito....no el que tuve, pero sí uno bueno, uno real, uno verdadero, que me tomara de la mano una tarde cualquiera o me diera besitos, mientras yo decía tonterías...como las que aquí he escrito!!!