sábado, 15 de mayo de 2010

Una lluvia que no llega

Ya se fue abril y estamos casi a mitad del año, abril pasó como siempre, revolviendome los recuerdos y esa insoportable ola de calor que aun hoy, en mayo, sigue plantada de día y de noche, ahogándonos. Oh Dios hace tanto calor que en la madrugada me despierto sobresaltada, sudando y deshidratada. Abril se fue y volví a pensar en él, como lo hago siempre, volví a meditar y tuve ganas de venir aquí, a deprimirme un poco, a hablar de la muerte y a llorar, pero no vine. Hace tanto que no venía, que ya tenía miedo de entrar, tengo miedo de leer la sarta de locuras que he escrito, pero extraño este sitio y ahora por fin he vuelo. Quizá sea porque ya llovió, y vuelbo a estar en peligro, quizá sea porque ya cayeron las primeras tormentas y dejé de estar a salvo, no lo sé. La verdad es que comenzó a llover, llegó por fin el invierno, el calor no se va, pero está despidiendose más fuerte que nunca. Yo sigo con esta tristeza eterna y este miedo perenne, pero tengo algunos proyectos, me mejoró el humor y quizá...maduré un poquito, eso sí, sigo siendo incapaz de ser hipócrita- diplomática dirían por ahí- es una forma elegante de ser hipócrita. Todavia no puedo, pero estoy soñando menos, creyendo menos y trabajando duro para aprender a decir No, ya casi lo logro, pero aun me llega la culpa, pero ahi vamos, en el camino. Ay Dios, que calor!!! al menos he vuelto y estoy feliz por eso. Regresaré a menudo. Está tratando de llover, ojalá caiga tormenta. aunque eso me ponga nostálgica y melancólica, ya extraño ver llover....

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