lunes, 6 de octubre de 2008

Vendrás a mi vida.

Hoy en la madrugada me desperté y decidí que sí, que te traería a mi vida, no se todavía cuándo, no sé cuánto tiempo va a tomar, pero vas a venir a mi vida. Dejaré ya de ser egoista y de pensar en exceso en mí, dejaré la niñez y me volveré madura y responsable, dejaré de soñar en tonterías, y de desear estúpidas ideas suicidas, hoy me volvió la esperanza, el simple hecho de que vendrás a mi vida, le dio otro rumbo a estos días, otra importancia a la existencia vana que poseo. Ahora, quiero modificar esta habitación, pintarla de rosa o quizá de amarillo y llenarla de color pastel, ya quiero comprarte libros y zapatitos. Estoy como loca, de sólo pensarte. No sé ni siquiera cómo te llamaré, se confunden en mi cabeza los mil nombres que quiero ponerte, tiene que ser un nombre grande, que sepa a triunfo, pero más que todo que sepa a vida, que sea de fe! No sé cuándo vendrás eso sí, pero no importa, he destinado el día ocho de octubre, el miércoles, te aviso que no me gustan ni los lunes ni los martes, será el miércoles el día destinado para ir al Isna y empezar de nuevo ese camino escarbado y tan duro para traerte a mi vida. Vendrás yo lo sé, te soñé ya y sé que falta poco para que pueda abrazarte, falta poco para que tu presencia, minúscula, casi de ángel, me devuelva la vida!

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