lunes, 29 de septiembre de 2008

la politica, la religión y el amor

La politica me cae casi tan mal como Ana Delia, bueno en realidad no tanto, no hay nada que me caiga más mal que ella. Que Ana Delia por supuesto. Pero sí me cae mal la politica, no sé mucho de ella ni me interesa, y eso que sé que debería saber, porque en realidad soy periodista y se supone que debería estar informada, pero no puedo nombrar ni siquiera cinco ministros juntos. No sé tampoco quién ganará en las próximas elecciones, está claro que será Mauricio Funes, el candidato de izquierda, que lleva clara ventaja, pero con el partido Arena, en el poder desde hace 20 años, también podría ganar Rodrigo Ávila, el candidato de derecha, éste último no me gusta, es guerrero y bastante inestable, lo entrevisté una vez y fue de esos perfiles a los que les faltó sazón y pimienta, no se la puse, porque simplemente el tipo no la tenía, carece de carisma y me atrevo a decir que de inteligencia también. Y no que es que vaya con Mauricio, la verdad, si tengo que elegir lo elijo, porque es más inteligente, más guapo y más interesante, sin embargo el partido que lo ha puesto, está demasiado cerrado para que lo dejen gobernar, pero como dije, no me gusta hablar de politica, ni sé gran cosa, es sólo que en estos días de futuras elecciones de alcaldes- ah los candidatos dan lástima- de diputados y de presidentes, en estos días de elecciones históricas, pues es imposible no opinar . Ah y para colmo en Estados Unidos también hay elecciones en noviembre y son igual de históricas, ahi creo que ganará Obama, por negro, por inteligente y creo, que por su carisma, pero como dije, no sé de politica nada, así que lo que opine no vale. Tampoco me gusta hablar de religión, eso me cae también muy mal, no tanto como Ana Delia, ya dije que no hay nada que odie más que ella, pero tampoco me gusta hablar de religión, no soy religiosa, y eso que he tratado, pero no me sale, simplemente no me sale. Oro eso sí, todos los días, por mera convicción, por pura necesidad, es casi automático, orar es para mí como el café, lo necesito cada mañana, sino no funciono!, pero espiritual no soy, para nada. Yo soy más bien romántica, y lo digo como defecto no como virtud, soy idealista, inmadura, y bastante ingenua, y esto último diría que a veces es una virtud, porque aun creo, aunque jure y perjure que ya no, siempre termino creyendo, y todavía tengo una enorme capacidad de asombro, todavía me emocionan las tonterías y también me hacen llorar. ¿De amor? creo que de amor, sí me gusta hablar, tengo miles, miles de palabras ya dichas y me sobra tanto para decir, de amor sí, de eso sí se un poco, casi nada, pero ya lo probé, ya me dolió y ya me falta, por eso, creo, por ser una carencia, es que puedo hablar de eso y tanto!!!

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