jueves, 11 de octubre de 2007

un mes y un día

Han pasado 31 días desde que te fuiste. 31 días desde que ya no puedo mirarte, oir tus carcajadas o tus pasos cansados. Ayer se cumplió un mes desde que te marchaste para siempre y yo no puedo, simplemente no puedo entenderlo todavía. Te visité en el cementerio, pero no estoy segura si eras tu, si estabas siquiera ahí. Sólo era un pedazo de grama húmeda, a medio crecer y un pedazo de papel con tu nombre, cubierto con vidrio. Llovía, como llueve siempre que estoy triste, siempre que lloro. Llovía y así, en medio de la lluvia abracé a mi madre mientras lloraba diciéndote con el corazón partido que le hacías mucha falta! No sé decir lo que siento o lo que sentí mientras te colocaba rosas. Anoche ni siquiera pude escribir sobre tu ausencia hoy en cambio me ha dado vueltas tu presencia esa que ya no está y que me ha dejado este vacío tan amplio. No sabes la falta que me haces, no sabes como me dueles.
¿Sabes? hoy al despertar sentí tu olor , ese que sentía cada vez que colocaba crema en tu cuerpo, y masajeaba tu piel , lo sentí , te sentí, estabas ahí, te reconocí de inmediato. No sé si llegaste para decirme que me extrañas o para aliviar la tristeza que me produce tu enorme ausencia. Porque es grande, porque pesa, porque siento como si no hubiera pasado un mes, sino una eternidad desde que te fuiste.
Hoy que te escribo, quiero decirte que siempre voy a pensar en ti. Que como referencia iré al cementerio a visitar ese espacio donde descansa tu cuerpo, y ponerte como ayer las rosas salmón que tanto te gustaban, las blancas por Lila, las rojas por mamá y las amarillas por mí y por tu hija Esther. Pero en el fondo, se bien que no necesito ir hasta ese sitio tan amargo y triste para sentirte, basta que te piense, basta que te extrañe, para que evoque tu presencia. Gracias por venir hoy, pero la próxima vez, quédate otro ratito!!!!

No hay comentarios: