lunes, 17 de septiembre de 2007

más sobre ti

Puedo recordarte claramente, tengo tan presentes tantas cosas tuyas que creo que tendré que escribir mucho, muchisimo, para poder sanar este corazón tan dolido. Sabes? todavía no creo que estés muerta, decirlo, escribirlo, me estremece. No puedo creer que ahora para estar contigo tenga que visitar un cementerio, simplemente no lo creo. Desde ayer he comenzado a sentir que sí, que te fuiste para siempre, que ya no importa que llore o que sienta hartísimo coraje, ya no vas a regresar, nunca, nunca más y es tan duro!!! no sé como muchos han podido regresar a sus rutinas, a hacer el trabajo de todos los días, yo no puedo, no quisiera ni siquiera levantarme de la cama, no quisiera manejar y tener que cruzar por tu casa todos los días, siempre, mirando tu casita verde que ahora me parece profundamente triste. Está tan vacía, todo, todo lo vaciaron, y no voy a cuestionarlo porque no tengo derecho, pero no me gusta. Yo hubiera dejado tus cositas por un tiempo, ahi, acomodadas como siempre, quizá como esperando, y hubiera ido quitando poco a poco tus recuerdos, pero no de un tajo, como arrancándote a ti también, no me gusta. Por eso no voy a tu casa, no puedo estarme ni siquiera un ratito porque hasta tu aroma se ha perdido ahi.
Yo todavía no puedo lidiar con tus cosas, con todo eso que me trae de vuelta tu presencia, voy a la cocina y encuentro alimentos que te pertenecían y es tan tonto, pero no puedo ni mirar la glucerna que te llevabamos al hospital sin que me salgan las lágrimas. no puedo, simplemente no puedo mirar nada tuyo sin que el corazón se me haga agua, por eso entiendo a mi mamá, por eso entiendo su vacío, y cuando se me pierde de vista y se va por ahi, como disimulando, sé que está llorando, se que no puede entender que te hayas marchado y no hay forma, no podrá entenderlo ni aunque busque ese consuelo cristiano, a veces, parece sostenernos. para tu partida no hay explicación que valga.
No puedo todavía comprender, eso de que ya no te veré cada tarde de domingo, ni vendrás como siempre preocupada a quejarte de tu esposo y sus dolencias, o a hablar de recibos o de viajes, o a pedirme que te lleve a comprar regalos. No puedo entender que ya no estás. A veces pienso que sólo estás de viaje, como siempre. que andas allá por donde tus hijas y que pronto vas a regresar cargada de regalos y alegría y será apenas un mal sueño, sólo eso. Pero no, no es cierto, ¡¿verdad que ya no vas a volver? ahora tengo esta horrible certeza, por fin, después de tanto tiempo, esta es una verdad absoluta que me parte, ya no vas a regresar y no importa lo que llore o lo que rece, ya no vas a venir y no puedo, no puedo todavia procesarlo.
Sabes? tengo suficientes recuerdos tuyos para resignarme, suficientes para seguir escribiendo hasta que sane este corazón tan dolido. recuerdo por ejemplo que cuando era niña me hacías mis estrenos de Navidad o te aparecías en la casa, a escondidas de mi padre, llevando siempre un regalo, te recuerdo tomando café junto a mi madre, riendote y haciendo tantas bromas...no puedo imaginarte de otra forma...
No sé cuando dejaré de escribir sobre ti, cuando podré pensar en ti sin que mis ojos se hagan agua, no sé cuando podré decirte cosas lindas, sabes que te amaba, te lo dije, aunque no lo suficiente, sin embargo ya sabes que estás en mi corazón y para siempre, ojala hayas podido saber cuanto te amaba, ahora solo te digo, que sigues de invitada, acá al sillón de mi casa, donde siempre juraste que vendrías o acá a mi corazón donde ya habitas y de donde te prometo no te irás nunca!!!!!

No hay comentarios: